jueves, 28 de octubre de 2010

Jueves, 28 de octubre de 2010

¿A qué nuevo reto me enfrento hoy? Me enfrento al hecho de hacerlo bien, al reto de comunicarme, de creer en las personas, de compartir, de decir lo que pienso sin sentirme dueña de la culpa y del sinsaber de la perdida de los creadores. Un desgarro que te vacia, te vacia y te insufla de energía creadora, de miedos, de ausencias de patrones, que pronto se llenará de brillo, de luz y de ánimo renovado, es el luto de la vida, la separación más trágica, la fe perdida y recobrada. La fe del respeto por los demás y por uno mismo. La fe de sentir los sinsentidos y de luchar contra ellos con ahínco y cada vez más energicamente, sin perder las fuerzas, creando y zurciendo la madeja de los sentimientos. La telaraña de la vida que nos une a través de numerosos caminos. A través de la comunicación y del arte.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Sabado, 23 de octubre de 2010

Necesito crear y no quiero a los que coartan mi libertad de expresión, mi padre me rompe el equilibrio. Me secciona el arte de vivir, ¿por qué no es capaz de darse cuenta de que me está matando por dentro? Ya no voy más a su encuentro porque sino voy a morir, necesito convertir este odio interno en paz, paz que me de la vida, paz que me permita vivir. Quiero salir del cascarón y ver la vida de colores junto a él, junto a Juanjo que es mi existir, en mi proyecto de vida no entra mi padre, es una persona ingrata que me hace infeliz, no quiero perdonarlo más, no voy a perdonarlo más. Quiero saber que está pasando, quiero manejar el barco de mi vida, quiero tener un hijo y crear la moda, la moda es un arte, crear ropa, crear escritura, crear baile, si me encuentro así es porque me han impedido sacar este arte que me da la vida, el arte de sentir como se sienten las personas como todo crece y vive dando luz a su alrededor, como es que bailo, bailo, bailo y nunca me canso, como es que me gusta cantar, reir, llorar, amar, como es que me gusta ayudar a mis amigos, como es que amo a Peludo, que lo quiero porque me quiere sin condiciones. No quiero hacer daño a nadie y siento que si sigo ligada a él no voy a sobrevivir, no viviré esta vida que no se repite y que se acaba sin dilación. Esto me pasa porque soy buena, no hay nada más allá que me pueda dar la vida que abrirme, abrirmr y vivir, vivir con quien yo he elegido vivir, siempre al margen de esa miseria de corazón inexistente que no deja respirar, que ahoga e inflama las mentes, las mentes de la vida natural de la felicidad, del verde de los árboles, del verde de los pájaros, del verde de la luz, del verde del mar, del verde de la paz y de la armonia que tiene que reinar.
Mi corazón se encoge al pensar en los hijos, los hijos que tendrán que pasar para que el milagro de la vida nazca auténtico y con forma de luz, no quiero que sufra, no sufrais y abrid el camino a nuevos horizontes, a emociones alegres, a cambios, cambios que llenaran de luz el alma, cambios que se forjan rotundos y negativos y ayudan a disparar a una persona al centro mismo del universo, a la conexión con la tierra y con el amor.
Cambios que cambiaran el mundo y lo llenaron de ambientes sensibles, de emociones que volverán, de gran sentido de la vida, de expresiones alegres de hijos que rien y juegan de tarjetas con nombres de hijos que dan fuerza para luchar y seguir hacia delante, de ramos de margaritas, de paz y amor que da la vida, de sentimientos de estabilidad, de lucha contra nuestros demonios internos, de lucha contra nuestros miedos nuestros fantasmas, de un pie de guerra firme para abatir a nuestros castradores, castradores que siguen peleando pero que acabara´n sólos y sin fuerzas, sin fuerzas para ver la luz al fondo del túnel que hay que ver, que se ve en mis pensamientos, que tiene destellos brillantes que estoy dispuesta a que me cieguen los ojos, a que me hagan doler la cabeza sólo con pensar en la sensación agradable de la energía que transmite la paz y el cosquilleo que hace pensar, pensar en paz, el letárgico sentido de sacar la furia, la furia de la desgana por la vida, la furia de las necedades de la humanidad, la furia del control extremo, del siempre más, del chantaje emocional que supone, del no te quiero si no me dás, del cuando seas padre comerás huevos, de la mierda que se escucha, de la indiferencia, de la humillación, de la vergüenza, de la capacidad de acallar sentimientos por el miedo al que dirán, de la luz que se ha dejado escapar, de la luz que murió, de defender sin que te defiendan, de matar el palcer y el descanso de la mente abierta y sin complejos, de devolver las miradas por exigencia, de la congratulación extrema, de la lucha interna, del no confiar en las personas, del no beber, no fumar, no ofender, no hablar, no estar, dar dar dar dar dar dar dar dar dar sin recibir ni un suspiro de aliento ni de esperanza, ni de luz, ni de armonia, ni de música, ni de alegría, ni de luz, luz vital que son los amigos, que son los días que es la paz, que es Juanjo, que es Peludo, que es María que es joven y que puede volar, que es mi vida, que es Lucía y es Lucas y es la vida, la vida es el fin del principio, que llegará y que no tiene espera, que no puede venir más tarde ni más pronto y que hay que disfrutar.

Pio,pio. Serpiente venenosa, sin cabeza y sin pies, que muerde y atrapa.

lunes, 25 de octubre de 2010

Lunes, 25 de octubre de 2010

Café sin beber por el simple hecho de poner algo en funcionamiento. Poner en funcionamiento los primeros escritos que pronto se convertiran en el manuscrito de mi vida, llena de sentido.
No puede pasar el tiempo por el simple hecho de que el reloj siga su marcha, es especial el tiempo, cada segundo contiene la magia que habita en las mujeres y que en ellas se transmite.
Ser madre, ser madre y dar vida a alguien que será como será y vivirá como vive el humano que disfruta, que siente y que vuela alto.
Volar, volar alto, que increible sensación sería volar como los pajaros batiendo las alas y sintiendo las corrientes de aire, yo pajaro, yo libre, yo surcando los cielos y divisando las tierras de colores, los campos marrones cultivados, los campos verdes sembrados de trigo, el inmenso azul sembrado por las olas y por la espuma burbujeante que acaba deshaciendose de nuevo en ese azul infinito que nos aguarda para mecernos y acogernos, para envolvernos en su fria calidez.