lunes, 25 de octubre de 2010

Lunes, 25 de octubre de 2010

Café sin beber por el simple hecho de poner algo en funcionamiento. Poner en funcionamiento los primeros escritos que pronto se convertiran en el manuscrito de mi vida, llena de sentido.
No puede pasar el tiempo por el simple hecho de que el reloj siga su marcha, es especial el tiempo, cada segundo contiene la magia que habita en las mujeres y que en ellas se transmite.
Ser madre, ser madre y dar vida a alguien que será como será y vivirá como vive el humano que disfruta, que siente y que vuela alto.
Volar, volar alto, que increible sensación sería volar como los pajaros batiendo las alas y sintiendo las corrientes de aire, yo pajaro, yo libre, yo surcando los cielos y divisando las tierras de colores, los campos marrones cultivados, los campos verdes sembrados de trigo, el inmenso azul sembrado por las olas y por la espuma burbujeante que acaba deshaciendose de nuevo en ese azul infinito que nos aguarda para mecernos y acogernos, para envolvernos en su fria calidez. 

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